Todo haría pensar que la proctología es un campo muy limitado, pero no es así. Traigo a escena una entidad muy frecuente en la práctica diaria del proctólogo y del dermatólogo. Se trata de la dermatitis perianal.
La clínica suele ser de picor, escozor, sensación de ano húmedo y, en algunos casos, la presencia de sangre en la ropa interior o al limpiar la zona. Si el paciente ha sido explorado previamente por otros profesionales sanitarios, puede haber sido remitido al proctólogo por la presencia de una o varias fisuras en la zona (dejaré estas fisuras para otro post). Habitualmente el paciente ha realizado varios tratamientos, sin éxito, con pomadas antihemorroidales, baños de asiento... por lo que siente esta enfermedad como una situación demasiado duradera.
Es importante aclarar al paciente sobre la naturaleza de su enfermedad y explorar los factores de riesgo, como puede ser el uso de jabones agresivos o humedad constante en la zona, entre otros. El tratamiento constaría de dos vías simultáneas: una de eliminación de factores causantes de dermatitis, y otra de tratamiento específico de protección y reparación de la piel. Una vez iniciado el tratamiento se obtienen resultados en unas semanas.
Un buen diagnóstico permitirá un buen tratamiento, siempre y cuando sepamos explicar bien al paciente su enfermedad y el manejo propuesto.
Muchas gracias.